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24 años de la gesta guanareña…
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Bravos de Portuguesa en su feudo, gimnasio Lara Figueroa de Guanare. | | |
Un día como hoy, 6 de
junio, pero de 1990 se dio el acontecimiento más importante en la historia del
deporte de la ciudad de Guanare. Los Bravos de Portuguesa salieron campeones de
la Liga Especial de Baloncesto de Venezuela, hoy Liga Profesional de Baloncesto
(LPB).
Sí, ya son veinticuatro
años los que se cumplen el día de hoy desde que se logró aquella hazaña, en la
que un grupo de guanareños comprometidos por el amor al gentilicio de esta
ciudad y a realzar este pueblo e impulsados desde la cancha por el mejor
basquetbolista en la historia de Venezuela, Carl Herrera Allen pudieron darle
esa gran alegría no solo a los nacidos en esta tierra, sino a gran parte de la
región.
Fue una noche mágica
aquella en la que el equipo portugueseño, bajo la denominación de Cardenales
para esa temporada por compromisos con el principal patrocinante que era una
empresa cervecera de la época, pudo ganar de forma dramática en el gimnasio
Luis Ramos “la caldera del diablo” de Puerto La Cruz a Marinos de Oriente con
score final de 90 – 89 en el séptimo juego de la gran final.
Aquella campaña
definitivamente estaba destinada a ser de los guanareños y si no es así, pues
entonces los dioses decidieron premiar el honor a la constancia, el esfuerzo y la
gallardía de no rendirse jamás. Los Bravos debían ganar catorce de sus últimos
quince juegos y eso hicieron, la proeza ya comenzaba a gestarse y daba una
muestra de lo que venía.
La clasificación a
semifinales les colocó al expreso azul en frente, Trotamundos de Carabobo con
su gran figura Alfonso Smith, no pudo parar a la maquinaria llanera. En seis
cotejos el conjunto cardenal consiguió el boleto a la gran final donde
rivalizarían una serie e muerte con finales calamitosos en cada uno de sus
partidos. Entre los momentos más recordados está la canasta desde media cancha
de Carl Herrera para ganar el quinto juego en el Lara Figueroa y volver a
Puerto La Cruz con la serie a favor 3 - 2. Para muchos, la cesta del título.
La plantilla
portugueseña además de contar con la perla del baloncesto nacional, tuvo
nombres de gratos recuerdos para la afición de los Bravos entre los que
destacan David Díaz, Diego Vásquez, Lorenzo Ostos, Rithard Bolívar, José
Bencomo, Manuel Méndez como base criolla, los importados Charles Williams y
Carlton “chucky” Benton. El DT fue Oscar Silva, todos héroes para el gentilicio
guanareño. Carlos Gómez Urquiola era el Presidente y Fernando Garcés el Gerente
General.
El entorno de la
plantilla portugueseña era de humildad, trabajo y sacrificio con un objetivo en
común en el que las malicias y el beneficio singular no tenían cabida. Todos
remaban para la misma orilla y el circuito radiofónico no era la excepción,
Francisco “pancho” Colmenares fue el narrador, mientras que Julián Martínez la
voz comercial a través de Onda 1030 AM. Aquella noche la narrativa de “pancho”
tocaba el corazón de los radioescuchas, es decir de todo un pueblo que los
seguía partido a partido.
Aquel instante en el
que se oyó “…se acabó el partido, Portuguesa campeón de la temporada de 1990…”
Guanare estalló en alegría para celebrar, todos juntos, todos unidos,
orgullosos de ser guanareños y que provocó una explosión social que
lastimosamente vio cortadas sus alas de una manera muy prematura.
Ya hace casi un cuarto
de siglo desde aquel grato suceso y lastimosamente solo queda recordar porque
ya nada de eso puede ser tangible, ya no hay oportunidad de volver a vivir
momentos como esos porque nuestros Bravos de Portuguesa, los verdaderos Bravos,
los Bravos de siempre no están. Un año después de aquel campeonato obtenido se
marcharon de la ciudad de Guanare, su casa natal, con un retorno en 1999 a
estrenar casa.
Ya no volverían a jugar
en el glorioso gimnasio Lara Figueroa porque el moderno Coliseo Carl Herrera
Allen sería el escenario perfecto para presenciar el resurgir de la bravomanía.
Cuatro años duró el nuevo ciclo de la maquinaria roja en Guanare, dos
clasificaciones a play off y un subcampeonato se lograron, en 2001 estuvieron
muy cerca de repetir lo que en 1990. Sin embargo otra vez un año luego de la
gran campaña se marcharon o los marcharon y desde entonces se vive del
recuerdo.
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Escudo del quinteto guanareño. |
Desde siempre los
guanareños han aclamado a sus Bravos, las nuevas generaciones no se sienten
identificados con algún icono deportivo de buenos valores y que representen con
dignidad a su gentilicio. Pero el amor por aquel conjunto se ha ido
transfiriendo de generación en generación con solo el recuerdo.
Es tanto el amor por el
baloncesto y la necesidad de una organización deportiva con buena ética y moral
y que le brinde un aire fresco a la capital de Portuguesa que a pesar de no
estar participando en una liga profesional, el debut de Coromotanos de
Portuguesa con antiguos jugadores de los Bravos y Graneros movió la fibra y
sentimientos de esta ciudad. ¿Cuándo tendremos de vuelta a nuestro equipo?