miércoles, 16 de agosto de 2017

EL SUPERCAMPEÓN DE ESPAÑA ES UN EQUIPO REAL





Foto: Cortesía Diario Marca.

La Temporada 2017 – 2018 no ha podido comenzar de mejor manera para el Real Madrid. Dos títulos en ocho días así lo demuestran, además de la categoría de los rivales a los que enfrentó el cuadro merengue insertan una plusvalía a los trofeos conquistados en estos primeros partidos oficiales de la naciente campaña. Manchester United por la Supercopa de Europa y su archirrival, el Barcelona FC por la Supercopa de España.

Quizás el ajustado marcador de dos por uno en el duelo único ante los diablos rojos que dirige José Mourinho no hable con mucha claridad, pero el amplio margen y la categoría con la que se sacó al cuadro culé tanto en la ida como en la vuelta evidencian un equipo que le pasó por encima al elenco futbolístico por excelencia de los últimos dos lustros.

En el primer enfrentamiento escenificado en el Camp Nou los de Zinedine Zidane mostraron en claro la superioridad que viven sobre su clásico rival. A pesar de haber iniciado ganando producto de un gol en propia puerta de Gerard Piqué, los blancos no dejaron duda en ningún momento y con un excelente funcionamiento táctico, buen volumen de juego y una gran transición defensa ataque terminaron de concretar una victoria cómoda tras los goles de Cristiano Ronaldo y Marco Asencio.

Barcelona nunca descifró el juego madridista y si ahondamos un poco más, los blaugrana nunca opusieron resistencia para poder competir con la maquinaria que se les paró en frente. Las intentonas del equipo de Ernesto Valverde vinieron de manera esporádicas y aisladas que terminan generando una preocupación enorme de cara a la campaña que está arrancando. En el primer juego fueron sólo 10 minutos los que el barca intentó complicar al Madrid y en ese lapso igualó a un tanto la serie para el momento, con el atenuante de un penal en jugada polémica.

Valverde diseñó un esquema 3-5-2 que le permitiese poblar la mitad de la cancha para interrumpir la fluidez del juego blanco, tratar de hacerse con la posesión de la esférica y al tiempo poner mano a mano a sus carrileros Sergi Roberto y Jordi Alba con los laterales Marcelo y Carvajal. Nada de eso pudo ser posible, pues Asencio desarmó aquel proyecto con un gol de camerino a los cuatro minutos de haber iniciado el compromiso en el Santiago Bernabéu.

A partir de aquella anotación, fue todo para Real Madrid. Los de Zidane mostraron un juego espléndido y efectivo, todo generado a partir de la recuperación de la pelota en un tiempo corto. Incluso asfixiando la salida del Barcelona en zona uno, obligando a los culé a tener que tirarla larga para rifarla y allí siempre ganó el onceno de la capital española. El Real fue respetuoso al bajar el pie del acelerador una vez concretado el segundo tanto - una joya de gol - en los botines de Karim Benzemá.

A la escuadra merengue no se le ven fisuras por estos días, iniciaron con el mismo ritmo que terminaron la zafra pasada, jugando muy bien, ganando y mostrando una huella de la filosofía de su entrenador. Hasta sin Ronaldo en cancha. Quizás la interrogante para ellos sea si pueden mantener ese pico alto durante todo el año. Pero en contraparte, Barcelona muestra muchas falencias que pudieran tratar de resolver en el último suspiro del mercado de pases. Buscando alternativas siempre en función de Messi, quien no se ha visto muy bien jugando como nueve junto a Suarez, pues mientras no tenga un creativo que le pase la bola limpia poco podrá hacer el argentino.

La mejor versión de Lionel se ha visto en los últimos años jugando un poco más atrás, en la zona media. Utilizando su habilidad y carisma con la pelota para gestar el juego de los catalanes. Y hasta acompañado de otro gran 10, Neymar, quien se marchó y ya en Barcelona lo comienzan a extrañar. Por lo menos eso ha dejado entrever en estos partidos. Otra interrogante es ¿cuánta espalda tiene para soportar en DT Valverde un banquillo que está muy caliente en este arranque de temporada?