domingo, 22 de septiembre de 2013

Deportes de Primera



Guillotina A La Vista…

Los fantasmas de la temporada 2009 – 2010 rondan el Rafael Calles Pinto en el arranque de esta zafra. En el inicio de la 2011 -2012 luego del ascenso también se dio un paseo para tocar la puerta del batallón santo, pero en aquel momento se agarro el toro por los cachos y se condujo por el carril que se debía para salvar a Llaneros de Guanare de una campaña nefasta.

Todo lo que mal comienza, mal acaba reza un viejo adagio. Sin embargo hay quienes manifiestan que lo importante es ir de menos a más. Es en esa dirección que debería apuntar la dirigencia del conjunto verdiazul, pero aun el chofer del autobús no ha despertado. El vehículo marcha solo y se esta descarrilando pero es perfectamente encarrilable, la pregunta es, ¿a quien le corresponde asumir sus funciones lo hará? Hasta ahora no.

El problema en Llaneros es que ninguno de los dirigentes asume su rol, nadie da la cara. Los trabajadores siguen con su faena de trabajo pero con el desacierto de que el capataz no se muestra. El funcionamiento del onceno guanareño en general es un despropósito, no sirve para nada, cada quien hace lo que le parece y aun sabiendo que la situación esta mal todo el mundo amorra y sigue metiendo la basura bajo la alfombra. El problema es que allí ya no hay espacio.

En todo caso la situación del batallón es una bomba de tiempo que solo la desactivará la consecución de victorias pero no en el futuro sino ya, caso contrario la detonación del artefacto será indetenible pero a diferencia de tener un efecto como el de la granada fragmentaria que se esparce por todos lados, la radiación de este explosivo irá dirigido únicamente al flanco mas a la vista y dócil del objetivo. El entrenador.

Si las victorias no llegan en los próximos partidos, entonces seguramente será Rodrigo Piñón el que pague los platos rotos porque es el más expuesto. Ya le sucedió a Frank Tamanaco Piedrahíta en el Apertura 2009 y al entrenador más emblemático que posee la institución también, Washington Antúnez fue cesanteado en el Apertura 2011 luego de que en la fecha seis su equipo solo tuviera un punto de dieciocho posibles. Allí llegaría Miguel Acosta y el camino se enderezaría.

Pero la situación con Acosta no mejoró porque el futbol es mágico y con solo cambiar al entrenador en momentos difíciles el panorama toma el buen rumbo, no es así y el ejemplo lo tiene Llaneros como experiencia vivida y no hace veinte años, sino hace cuatro atrás. En la 2009 cuando Tamanaco da el paso al costado vino a suplirlo un gran técnico del futbol venezolano, Eduardo Borrero, y el equipo nunca reacciono como si sucedería hace un par de años bajo la tutela de Acosta.

No es producto de la casualidad que en la segunda ocasión el cuadro coromotano no solo se salvó sino que terminó disputando un cupo a la presudamericana luego de un arranque muy parecido al de hacía dos años atrás donde se terminó en el descenso. No tienen ningún secreto estas circunstancias sino mas bien una realidad. En el 2009 los directivos nunca aparecieron para dar la cara y el manejo de la institución se terminó dando prácticamente de manera vaga.

Situación totalmente contraria a la del 2011 donde el manejo dirigencial quizás sea el mas limpio y digno que ha tenido la institución guanareña donde no habían retrasos en la cancelación de salarios que es el principal factor para que todo marche de la mejor manera. Desde el pago al día hacia adelante la plantilla completa estaba cómoda, no eran los mejores lujos de los que se gozaban pero la comodidad y la armonía reinaban en el seno de la organización que cumplía mucho más que los requerimientos mínimos para sostener por buen camino al elenco de los guanareños.

Bajo estas circunstancias y la realidad que ahora vive Llaneros de Guanare puede venir a dirigir Josep Guardiola, Carlos Ancelotti o cualquiera de los mejores entrenadores de fútbol del mundo y los resultados pudieran mejorar como una reacción inmediata pero con el desastre dirigencial que existe todo se iría de nuevo a la basura. El mayor porcentaje de culpa de la actualidad del azul y verde definitivamente recae en su presidente y el resto que les acompaña en la dirigencia por no asumir responsabilidades de la manera que corresponde, pero eso ya es un tema trillado y han demostrado que vergüenza no tienen.

En todo caso los directivos no van a renunciar y a la plantilla de jugadores no se les puede despedir, así que es más fácil salir del director técnico. Injusto o no esa es la cabeza que está a la vista y no es un secreto para nadie. Si los resultados negativos continúan al pueblo le van a entregar una cabeza para apaciguar las aguas. Pero… ¿Por qué nunca ruedan o se piden los cuellos de los dirigentes si lo hacen mal?