jueves, 29 de agosto de 2013

Deportes de Primera



Recuperando El Terreno Perdido…

Los funcionamientos colectivos en el fútbol se explican a partir de las sincronías y la búsqueda de complementos. Afinar movimientos en defensa y ataque, dotar a los jugadores de una estructura que explote lo mejor de sus capacidades, requiere repetición y conocimiento del juego. Allí el talento halla el mejor lugar para expresarse. La libertad aparece en un espacio abierto a la improvisación pero inserta en los límites de un orden natural. A los técnicos les corresponde diagramar ese mapa de ruta y elegir a los más dotados para alcanzar las cotas de perfección que conducen al éxito. 

Rodrigo Piñón no ha podido todavía colocar la carta de ruta sobre la mesa, consecuencia de la deuda física que el grupo de jugadores tiene con respecto a los otros clubes. Cuando los demás trabajan en la planificación de los partidos para afrontar al rival de turno, Llaneros de Guanare solo está haciendo énfasis en la preparación física para saldar dicha deuda y tratar de equipararse en ese aspecto con los rivales.

Ese paso atrasado que tiene el batallón ha derivado que no tenga el camino claro que debe seguir para conseguir su juego. Aun cuando la base de jugadores se ha mantenido durante un tiempo prolongado en la institución, muchos de esos elementos casi nunca coincidieron en el terreno de juego. A ello hay que sumarle los que se incorporaron para este año a la divisa, a pesar de que son pocos, definitivamente influyen en el desarrollo de la idea de juego.

La filosofía conseguida durante la temporada pasada terminó perdiendo su esencia, aunque no del todo, pero para encontrar la ruta del buen funcionamiento del equipo tienen que recuperar las horas perdidas, repetir una y otra vez e ir aplicando sobre la marcha para que comiencen aparecer los automatismos que terminan siendo el factor preponderante para tener un equilibrio que pueda darle tranquilidad y buenos resultados al grupo.

Luego de tres partidos por el Torneo Apertura y uno por Copa Venezuela se ha notado que los engranajes de la máquina todavía no están aceitados en su totalidad. El fuelle físico ha ido evolucionando de manera positiva y se nota que han estado trabajando en su mejoría, lo que no ha permitido que durante la semana se trabaje pensando en los rivales. Sin embargo el funcionamiento que ha presentado el onceno guanareño si bien ha sido irregular, ha tenido un rendimiento que ha estado cerca de conseguir resultados positivos.

Por ejemplo el enfrentamiento con Caracas FC en el Calles Pinto mostró una gran evolución con respecto a la primera presentación y si bien no tuvo muchas oportunidades claras, estuvo muy cerca de terminar con el arco en cero. En Maracaibo fue mas físico, ganas y compromiso de los jugadores para levantar el partido que hasta en dos oportunidades los mantuvo por debajo en el marcador.

Los coromotanos ya están encontrando la forma física lo que permitiría que pudiesen enfocarse en lo táctico y la idea de juego. Hasta ahora el elenco llanero se ha apoyado en las habilidades y el talento de los jugadores para sacar adelante cada uno de los partidos que ha enfrentado, pero eso no basta en la alta competencia. Cuando ese tope físico termine de aparecer entonces las herramientas tácticas van a poder reforzar las virtudes de los elementos en cancha para buscar esa filosofía de juego que hasta ahora no puede llegar.

Aparte de la forma de juego que Llaneros debe encontrar pronto, también debe haber ajustes que permitan tener más probabilidades de sostener los partidos con un margen más cerrado. Para un conjunto al que le cuesta marcar goles definitivamente es indispensable que pueda mantener su arco en cero el mayor tiempo o la mayor cantidad de partidos posibles. Allí ha fallado el verdiazul, ha quedado en evidencia que algo no ha funcionado en la última línea coromotana.

Diez goles en cuatro duelos ha sido el saldo encajado, un promedio de dos punto cinco goles recibidos por partido. Es un valor muy elevado para un componente que en la misma cantidad de compromisos solo ha marcado tres, con un promedio por debajo de la unidad. La diferencia entre el batallón del pasado clausura y el de este apertura por ahora ha estado en la solvencia y equilibrio defensivo que otorgaba aquel equipo de Piñón que permitía a la zona ofensiva trabajar sin preocupaciones en la consecución de las anotaciones.

En la mitad de la cancha se ha ido mejorando, Frank Piedrahíta ya no se ve tan solo, en Maracaibo Luis García se convirtió en su escudero para apoyarlo en el quite y asegurar que ese primer pase sea limpio para buscar una mejor transición defensa ataque. Lucho sostuvo muchos compromisos con el Trujillanos de Pedro Vera en esa zona de volantes y ya ha ido amalgamándose con “tamy” para solidificar el espacio medular central. Mucho depende de que ellos dos brinden un buen funcionamiento para articular la zona defensiva con la ofensiva y puedan convertirse en el punto de apoyo en la forma de juego.

Si las correcciones en defensa se consiguen y la dupla Piedrahíta – García continúa evolucionando entonces los augurios para el verdiazul tienen que ser positivos. Desde la mitad de la cancha hacia adelante el cuadro se ve muy bien con el protagonismo que ha ido tomando Leonardo Saroza a pesar de no estar al cien por ciento, apoyado en ese sector por Yanoswky Reyes o Dylan Hernández y mas adelante están los colombianos Leandro Vargas que ha sido un bregador constantemente y que ahora puede conseguir mas espacios por dentro producto de las marcas que arrastra su compañero César Alzate.

En teoría el conjunto se ve equilibrado, solo deben comenzar a ejecutar en la practica para que lleguen mejores resultados y comenzar a encontrar la confianza.      

jueves, 1 de agosto de 2013

Deportes de Primera

Navegando Sin Rumbo…

Todo lo que comienza de mala manera, termina de la misma forma. Al menos un noventa por ciento de los casos así lo refleja. La situación de Llaneros de Guanare lejos de ir tomando buena forma con el pasar de los días ha ido complicando mas su escenario y matizando de colores oscuros el panorama y el porvenir del conjunto cuando se levanta la vista hacia el horizonte.

Volver hablar de los problemas que se presentaron para poder iniciar los entrenamientos de precompetencia sería llover sobre mojado, no es necesario repetir tanto esos incidentes aunque si es claro y evidente que a partir de allí se origina todo lo que pueda venir para el club verde y azul. En algún momento se pudo pensar que había que aferrarse a la teoría de muchos técnicos del futbol nacional que dice que lo importante no es como arrancas sino como terminas.

Esa segunda forma de pensar que contraviene la del primer párrafo de este escrito quizás era la esperanza mas grande para todos los que sienten de una u otra manera en profundidad todo lo que le sucede al batallón santo. Pero para llegar a esa forma de “terminar bien” hay que enderezar las cargas lo más pronto posible o lo mas rápido luego del error cometido.

Sin embargo la brújula indica que el norte de la institución coromotana está perdido, que siguen marchando cual escuadra o pelotón en un patrullaje por territorios equivocados, terrenos enemigos que lo ponen en peligro y que le dejara muy pocas probabilidades de existencia. Aquella agrupación continúa con el rumbo equivocado porque su líder o el cargado de leer la saetilla han fallado y no son capaces de asumir las responsabilidades para tratar de corregir. Así está Llaneros de Guanare.

Cuando las deudas y los problemas son la actualidad del onceno guanareño pocos son los dolientes y menos los dirigentes. A nueve días por arrancar el Torneo Apertura 2013 la cantidad de conflictos que hay en todo el entorno de Llaneros es realmente preocupante. Pero lo que mas preocupa es que lo dirigencial ya ha repercutido en la tranquilidad o armonía grupal. El incidente acontecido en el partido de preparación frente a Estudiantes de Mérida en que se fueron a las manos los jugadores en el terreno de juego, situación iniciada por uno de los defensores del cuadro local, no solo es un acto bochornoso que tal vez pudo haberse originado por esas situaciones de futbol que suceden allí abajo en el terreno y que desde la tribuna no se pueden percibir o mas bien oír.

Pero por otro lado también da para pensar que este hecho puede ser derivado por la tensión que hay dentro de la plantilla de jugadores y cuerpo técnico por las circunstancias en que se encuentra la institución, a la que le encaja perfectamente aquel tema de Guillermo Dávila que dice “barco a la deriva que se hunde un poco cada día”. Por cierto y ya que la comparación es con un naufragio ¿Quiénes serán los primeros en abandonar al equipo? Porque cuando un barco se hunde los primeros en buscar lo seco son los roedores.

Lo cierto es que aquí la falta de compromiso es de los encargados de buscar el dinero para el buen funcionamiento del equipo porque el grupo de jugadores ya ha demostrado su compromiso con la camiseta guanareña, la mayoría de estos jugadores ha pasado por situaciones similares en el pasado con Llaneros y han muerto con las botas puestas, pero la cuestión no ha sido reciproca por parte de la dirigencia que en este momento solo cuenta con dos nombres operativos, León Sicilia y “tolo” Méndez o almenos son los que se ven en el día a día por estos tiempos del equipo.

El problema de Llaneros de Guanare es de dinero, y la pregunta que esta en el ambiente es ¿Por qué el gobierno regional como principal musculo financiero del conjunto no ha bajado los recursos? Al no haber una respuesta clara por parte de quienes la tienen, comienzan las deducciones y los posibles escenarios: Les dieron el dinero de la campaña pasada, no rindió y como no han justificado pues no se les puede otorgar mas hasta tanto estén al día o simplemente el gobierno regional dice “no hay plata”. Son simples pensamientos que rondan la cabeza del ciudadano común que se pregunta y se responde a sí mismo el ¿Por qué de esta situación tan crítica en el cuadro coromotano?

Pero mucho de lo que hoy sucede es culpa también de los dolientes silenciados, aquellos que pregonan el sentimiento por su equipo pero que a la hora del té se les enfría el guarapo. Todos se quejan de este tipo de situaciones pero nadie protesta, nadie levanta la voz y es sólo porque todos tienen rabo de paja. Todos se quejan del manejo del equipo y de que los directivos ya tienen una década manejándolo y siempre es lo mismo, pero nadie alza la voz para pedir fiscalización, rendición de cuentas y mucho menos para exigir elecciones, a sabiendas de que la Fundación Llaneros de Guanare Futbol Club es de todos los ciudadanos guanareños y que se financia con el dinero de los ciudadanos.

Sin que esto suene de forma peyorativa, dada las circunstancias y tomando en cuenta que sin observar mejoras en corto plazo y que las cosas se están complicando aun mas, este equipo no está para competir en este momento en la máxima categoría del balompié venezolano y no es por la capacidad de los jugadores o cuerpo técnico sino por lo destartalada que está la institución ahora mismo.

La única posibilidad de salvación es que los resultados no sean negativos almenos en los primeros cuatro partidos, de eso depende la sanación de las fisuras que ahora mismo están a punto de estallar y hacer que el nombre de Llaneros de Guanare nuevamente quede en ridículo en el concierto del futbol venezolano y manchar el nombre de Guanare como ciudad una vez mas luego de que hace dos años se lograra limpiar y dignificar.