Mala
Gerencia…
Guanare nunca ha sido
de las ciudades mas mediáticas y que generen tanta matriz de opinión en el
país, sin embargo durante los últimos días la Atenas de los llanos se ha
convertido en el centro de atención del mundo deportivo venezolano y mas aun de
quienes entornan nuestro futbol, pero no porque Llaneros FC este sobresaliendo
exitosamente, por el contrario, en este momento la imagen de la ciudad y su
prestigio están por el suelo.
La mala gerencia que ha
tenido la institución deportiva emblema de la capital de Portuguesa se ha
desbordado y ha sobrepasado cualquier situación parecida en el pasado. La deuda
es tan grande que a ciencia cierta nadie dice con exactitud cuantos meses se
les adeuda a la plantilla solamente, sin contar con, hotelería, restaurantes y
diferentes proveedores.
Desde hace mucho rato
algo no funciona en la dirigencia del equipo y no es por falta de recursos
porque hasta donde se conoce la gobernación del estado ha otorgado recursos al
igual que la alcaldía del municipio para el financiamiento del conjunto, entre
estos dos entes se reúne el ochenta porciento del equivalente al costo de
Llaneros según se ha dado a conocer por el mismo alto mando del equipo.
Entonces, ¿si los
patrocinantes que han otorgado lo que corresponde y que representa casi la
totalidad del costo operativo del club, por que hay tantas deudas? Son muchas
las conjeturas que salen al paso producto de la no existencia de versiones
oficiales y mucho menos declaración de cuentas. Durante la campaña pasada tanto
el gobierno regional como la alcaldía del municipio entregaron los recursos,
mas el aporte privado que llega de parte del patrocinante del campeonato. No se
puede entender por que existen deudas desde la pasada campaña cuando los que
aportan el dinero han manifestado públicamente que el mismo fue entregado.
Una de las hipótesis
que pudiera prevalecer en este momento es que hasta tanto no se rinda cuenta y
se justifique en que se gasto lo anterior, entonces no se les puede otorgar el
aporte para esta zafra. Lo lógico es que debiera ser de esta manera. De esta
manera quedaría claramente evidenciado el desastre gerencial que ha llevado el
ciclo de Cirilo Salas al mando de la institución coromotana.
Otro aspecto que ha
dejado en evidencia la poca responsabilidad, seriedad y confiabilidad ha sido
el no dar la cara en los momentos puntuales y esto no es nada nuevo. Se le ha
dado mucha larga al asunto y no se ha salido a poner el pecho para que los
empleados vean que hay un compromiso y no haya nerviosismo, pero si un
trabajador que le deben cuatro, cinco meses o los que les deban observa que no
hay un pronunciamiento o almenos presencia de los patrones y menos una palabra
de compromiso para salir del momento, entonces es lógico que ese contratado va
a comenzar a buscar otras salidas.
Esta temporada ha sido
tan nefasta desde el punto de vista administrativo que Llaneros no posee ni
uniforme de presentación siendo un conjunto de Primera División y cuidado si
repasando los de Segunda también es el único en esta situación. De ahí hacia
adelante para los entrenamientos no hay la cantidad de uniformes necesarios y
pare de contar. En líneas generales al jugador a parte de no cancelarle su
salario tampoco se le provee con las comodidades requeridas o mínimas para que
se desarrolle dentro de un entorno adecuado y trate de estar a gusto mientras
se solventa el tema salarial.
Estas son las
repercusiones de colocar a dedo a una persona para que administre una
institución que es mucho más que una bodega, cuando el capricho es colocar a
alguien que es mal gerente porque en el pasado fracasó gerenciando otras
dependencias y que sus conocimientos sobre como manejarse dentro del mundo
futbolístico son nulos, entonces se obtienen descalabros como estos. Una vez
mas queda demostrado que mas allá de la política en el deporte debe estar gente
del deporte, pero también que este preparada para gerenciar.
Pero todo este desastre
exploto y generó ecos a nivel nacional por la pésima decisión que tomó el
presidente del equipo al despedir de manera informal al director técnico
Rodrigo Piñón violando acuerdos y muchos códigos, pero también mostrando muy
mala asesoría por parte de sus compañeros en la junta directiva y allí quedan totalmente evidenciados sus
desconocimientos tanto gerenciales como deportivos.
Primero, en lo
gerencial se equivoca porque para despedir a un empleado debes informarle por
escrito, cancelarle lo adeudado anteriormente e indemnizarle lo que le
corresponde económicamente por el despido, pero si esto no se cumple entonces
el trabajador seguirá vinculado contractualmente a la empresa y por ende se le
deberá respetar los mismos beneficios que le corresponden como alimentación y
comida que fue otro descalabro y algo realmente inhumano echar a una persona a
la calle. Tranquilamente eso se podría deducir en una coartada para que el
empleado abandone el trabajo por no poseer techo y alimentación para de esta
manera no cancelarle.
Segundo, error en lo
deportivo; en el futbol y en el deporte en general cuando se despide a un
entrenador es porque los resultados son negativos o nefastos. Ese momento
parece haber quedado atrás en el batallón santo y los resultados comienzan a
sustentar las bases de del estratega Piñón, de manera que si querían despedirlo
por los malos resultados debieron haberlo hecho hace mas de tres semanas cuando
el onceno guanareño estaba ultimo en la tabla. Pero hay que recordar que se
sabía que el arranque de Llaneros sería lento porque no acumuló el tiempo de
trabajo adecuado para la temporada por los problemas dirigenciales, así que la
culpa sigue estando del lado de la oficina.
Groso modo con esa
decisión en la forma y el momento equivocado en vez de hacer una gracia les
salió una morisqueta porque ahora los entes que rigen el futbol tienen la mira
puesta en la institución verdiazul. Lo que queda claro es que este grupo de
dirigentes ya están desgastados y perdieron la credibilidad para seguir al
frente de la Fundación Llaneros de Guanare y la solución pudiera ser un cambio
de aires y la renovación del alto mando coromotano.
Si ese fuera el caso de
que llegue un nuevo grupo a manejar al batallón no solo debe ser un equipo de
trabajo totalmente nuevo, sino que debe recibir el respaldo por parte de la
gobernación del estado y de la alcaldía del municipio que han recibido los que
hoy están y con la clara condición de que a partir de ahora se rinda cuenta
como debe ser de cómo se gerencia el dinero que se invierte en la institución.
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